Vivienda plurifamiliar VPO para la EMV.
Ensanche de Vallecas, Madrid.
(Concurso: 6º Premio).

En la vivienda colectiva, el salto cualitativo con respecto a la unifamiliar se encuentra en la transición entre el espacio de la ciudad y el espacio privado. Las llamadas "Zonas Comunes" se convierten en área de oportunidad y el tiempo que transcurre entre ambos lugares, conocidos, es un tiempo para experimentar. Todo está por inventar entre el coche y la vivienda, de hecho, es uno de los cada vez más escasos reductos de relación que se le puede robar a las ciudades, lugares de paso, encuentros inesperados, cruces, la promiscuidad del movimiento convierte a las infraestructuras, en distintas escalas, en los nuevos soportes de las relaciones humanas. Visto así, la configuración del recorrido desde la calle o el coche hasta la vivienda, cobra una importancia fundamental en la definición del carácter de colectividad.

En el entorno inmediato, el único testimonio visible de un espacio de socialización en el planeamiento urbanístico es el escaso bulevar central, quizás sea ingenua pensar es su uso frecuente, pero sería imprudente no tratar de involucrarlo en el proyecto y darle continuidad con el interior de la manzana a través de pasajes en la planta baja, que unen en un mismo arranque, las dos formas de llegar. A partir de aquí, la forma de moverse por el edificio, mantiene el contacto con el exterior, con proporciones de espacio de relación, tratando de no perder la capacidad de sugerir a quien transita por él, que se detenga a "perder el tiempo".